viernes, 8 de agosto de 2014

Mi decimoséptimo pensamiento: "Conociendo a Ken Robinson"

Hoy hemos tenido un regalo de parte de nuestra amiga Pilar Serrano. Nos ha enviado un video en el que podemos escuchar a Ken Robinson, educador, escritor y conferencista británico que nos cuenta que en el plano educativo hay que dejar paso a la creatividad; necesitamos realmente un sistema educativo que "eduque", en el sentido de criar, apoyar, y que no mine o debilite lo que el ser humano representa. Creo sinceramente que esto se echa de menos en las escuelas.

Gracias Pilar por compartir, nosotros haremos lo mismo. Que disfrutéis del  video.



domingo, 20 de julio de 2014

Mi décimosexto pensamiento: "Un hallazgo que debo compartir"

After receiving their standardized test results, students at the Barrowford Primary School in Lancashire, England received a letter from their principal Rachel Tomlinson. The letter, posted below, reminds students of all the things a standardized test doesn’t measure. 

The letter was inspired by fellow educator Kimberley Hurd, who penned a blog post last October with a similar message for students. 


Please find enclosed your end of KS2 test results. We are very proud of you as you demonstrated huge amounts of commitment and tried your very best during this tricky week.

However, we are concerned that these tests do not always assess all of what it is that make each of you special and unique. The people who create these tests and score them do not know each of you—the way your teachers do, the way I hope to, and certainly not the way your families do. They do not know that many of you speak two languages. They do not know that you can play a musical instrument or that you can dance or paint a picture. They do not know that your friends count on you to be there for them or that your laughter can brighten the dreariest day. They do not know that your write poetry or songs, play or participate in sports, wonder about the future, or that sometimes you take care of your little brother or sister after school. They do not know that you have travelled to a really neat place or that you know how to tell a great story or that you really love spending time with special family members and friends. They do not know that you can be trustworthy, kind or thoughtful, and that you try, every day, to be your very best… the scores you get will tell you something, but they will not tell you everything.

So enjoy your results and be very proud of these but remember there are many ways of being smart.


Como veis, no es nada de mi cosecha, si no un preciado hallazgo que no me resigno a compartir porque tiene mucho de verdad. Viene a decir algo así como que nos perdemos mucho de lo que nuestros estudiantes son, simplemente porque intentamos, día a día, juzgarlos por lo que no son ... un montón de papeles sin sentido y nos perdemos la esencia de lo que realmente son o quieren ser.

Buenas noches y felices sueños.

sábado, 1 de marzo de 2014

Mi decimoquinto pensamiento: "Un poema que hace escuela"

Como cada mañana,
me levanto un poco cansado,
a veces angustiado
y sin saber por qué.
De repente,
me acuerdo de que tengo un examen,
que he estudiado lo que he podido,
que he memorizado lo que mi cabeza me ha permitido;
todo está listo, todo el conocimiento espera,
parece un volcán que necesita salir a la superficie
y hablar de sus bondades,
de sus verdades,
de las verdades que los libros pintan.

Como cada mañana,
llego a un lugar “sagrado”,
la escuela,
puerta de conocimientos,
la escuela,
lugar de encuentro,
la escuela,
¿mi escuela?
¿nuestra escuela?
A veces me pregunto
si esta es la escuela que yo quiero,
una escuela llena de deberes,
una escuela de normas,
una escuela de exámenes
que hablan poco de mí;
solamente muestran mis miedos,
mis ansias por superar “sus” verdades,
mis nervios, que no son míos,
que son aprendidos …

Como cada mañana me siento libre
rodeado de mis amigos.
Me siento confuso
si me preguntan por qué,
siento que soy yo
y que yo no soy
lo que ellos quieren que yo sea.
Mis pensamiento son míos,
sus pensamientos son los de todos …
los de todos aquellos que no me dejan ser
para lo que un día fui concebido.
Nací para ser yo,
nací para ser uno más,
para sumar,
para aportar,
para que supieran
lo que realmente somos.

Esta mañana me he levantado,
como cada día,
sintiendo,
queriendo ser
y apostando por ello.
Esta mañana,
es hoy,
es el mañana
y es lo que nuestro corazón intenta decir.
Esta mañana es libre,
es de todos, …
Esta mañana, sí.
Esta mañana ha llegado el respeto,
un respeto que acoge,
un respeto que deja ser.
Nuestro silencio se silencia
y se escuchan voces de verdad.
Se acerca la respuesta,
nos miramos a los ojos
y hablamos de vida.
Dejamos atrás un mundo absurdo de preguntas,
un mundo absurdo de interrogantes que no nos dejan respirar.
Queremos ser nosotros mismos;
ahora sí, él me escucha, mi maestro,
mi amigo, un amigo que respeta y que me escucha.
Un amigo que realmente me quiere y me aprecia.
Un amigo que me deja ser yo
y me ayuda a serlo.

Se acabaron los largos días de sinsentidos y
esfuerzos innecesarios.
Se acabaron esas cientos de horas
dedicadas a “desaprender”.
Se acabaron esas disputas con los que me quieren
intentando convencerme de que …“los que me quieren, me harán llorar”.
Yo solamente quiero ser feliz
y que todos lo sepan.
Mi felicidad,
es mi mayor aliado en este mundo de desesperación.
Mi felicidad,
la felicidad de cada uno,
es la que superará el odio y la incomprensión.
Se acabó todo aquello que suena a imposición;
suenan trompetas de aires eternos,
de brisas que hablan,
de vientos que inspiran,
de lluvias que huelen a mojado.
Suenan trompetas que hablan de mi,
de un ser único
que necesita ser comprendido allá donde estemos.
Este soy yo,
esta es mi vida
esta es mi escuela,
la escuela de lo personal,
la escuela del amor y del respeto,
la escuela que está en nosotros …

la escuela que es sagrada y que se llama “YO”.

martes, 7 de mayo de 2013

Mi decimocuarto pensamiento: "Sobre premios y castigos"

Los premios y los castigos son algo que no me apasionan en el campo de la educación. Además, tenemos que tener cuidado, y como todo en la vida, no abusar de ellos. Sobre todo ello, debe prevalecer el diálogo y la comprensión acompañado de respeto.

Hay gente que gusta de dar premios por aquello de animar y motivar a nuestros alumnos por lo que puedan conseguir en determinados momentos. En cierta manera, parece algo positivo, también con moderación porque podríamos obtener efectos no deseados a los que en un principio apuntábamos. Por ejemplo, y como nos indica José Mª Lahoz García, pedagogo y profesor de Educación Primaria y de Psicología y Pedagogía en Secundaria en su artículo: "¿Los premios y los castigos son educativos?", los premios pueden tener efectos secundarios como él mismo indica:

  • Evitar su uso prolongado y variado porque crea adicción y no se actuará si no es a cambio de premios.

  • Modifica la conducta pero no necesariamente las actitudes y motivaciones, por lo que hay que combinarlos con otras acciones educativas. 
Es decir, deberíamos procurar evitar en lo posible el abusar de este tipo de actuaciones ya que podría llevar aparejado una conducta diferente a la que se pretendía al dar el premio. La motivación que pretendíamos conseguir, se encarnaría en otras conductas no deseadas como el egoismo o el propio interés. El famoso estímulo-respuesta - ¡otra vez el conductismo! - que en este caso nos conduce por otros caminos que se alejan de valores como son el respeto y la cooperación. "No hago esto si no me das algo a cambio"; es una frase que muchos de nosotros hemos oído pronunciar, tanto por niños como por adultos, pero que se sale fuera de una escala de valores que intentamos promover en nuestra escuela.

Eso sí, los alumnos y cualquiera, valora de manera positiva que nos den una palmadita en la espalda, que nos digan lo bien que hemos hecho esto o aquello, que felicitemos conductas loables. Se nos olvida, en muchas ocasiones, aplaudir actos y esfuerzos diarios que los merecen, quizá porque no estamos acostumbrados a ello, quizá porque no ha formado parte de nuestra educación primaria. Eso sí, si actuamos de una manera que a otro, el adulto, el profesor, etc. no le gusta fácilmente aflora la "senda del castigo". ¡Qué fácil es castigar y qué difícil nos cuesta reconocer y destacar actitudes dignas de ser elogiadas! Pues eso, por aquí van los tiros (¡perdón por la expresión!), no se trata tanto de dar premios, sino de reconocer y mostrar al otro de que somos consciente de lo bueno que ha hecho, de dar las gracias, porqué no, de lo que nos ha ofrecido y creo, que con ese solo gesto, haremos feliz al otro y quién sabe a cuántos más.

Como decía antes, en el apartado de castigos, éstos afloran en nuestras escuelas con una celeridad inusitada y con la convicción de que sirven para mucho, de que gracias a ellos modificamos conductas y con ello hacemos personas de bien. Pues bien, nuestro amigo José Mª Lahoz, nos ofrece la siguiente reflexión en el mismo artículo sobre el abuso de los castigos y sus efectos secundarios:

  • Pueden aumentar la conducta indeseable. En algunas ocasiones, los hijos buscan llamar la atención de los padres y, al no conseguirlo con una conducta deseable, les basta con que les prestemos atención mediante castigos por las indeseables. En este caso está directamente contraindicado su uso.


  • Si el castigo se ve desproporcionado, injusto o absurdo, puede generar sentimientos de aversión, venganza y resentimiento. Como consecuencia, es probable que no se evite la conducta indeseable. También estará contraindicado su uso en estas circunstancias. 


  • Está claro, que el castigo provoca rechazo por el que los recibe y en la mayoría de los casos no conlleva una mejora en la conducta que se desea, sino todo lo contrario. Muchos de nosotros, tanto en la escuela como en casa, hemos "aprendido", o mejor sería decir,  hemos sido aleccionados a través del miedo: "Si haces ésto, atente a las consecuencias", "Copia 100 veces en clase no se habla", "Te quedas sin recreo si no ...". Nuevamente estímulo-respuesta. ¿De verdad creéis que estos métodos funcionan?, es decir, ¿consiguen estos métodos lo que realmente queremos hacer entender a nuestros hijos o alumnos? Muchas de esas conductas que intentamos corregir, quizá desaparezcan, pero simplemente - algunas veces - de nuestra presencia, ya que volverán a aparecer en otros entornos o ámbitos, y quizá hayamos sido nosotros, con esos métodos, los que hayamos alentado esas conductas  que intentábamos hacer desaparecer.

    El castigo, a mi juicio, es todo lo contrario al respeto, es imponer porque no haces las cosas como es debido, o como la sociedad las entiende. El castigo es negar al otro su propio ser, es decirle que las cosas no son así sin una explicación convincente, sin un diálogo. El castigo, es comprobar que hemos fallado y no somos capaces de reconocerlo. El castigo es una derrota, un fracaso de nuestra identidad como ser humano, un ser con conciencia que es capaz de razonar y hacer razonar al otro a través de los gestos y el verbo, con respeto, no con disciplina. No somos soldados preparados para la guerra con fusiles y ametralladoras, somos personas cuyas "armas" más bélicas deben ser la palabra y la razón, el respeto y el afecto por los demás. 

    Terminaré esta entrada con una reflexión de Juan perea en su artículo: "Sin premios ni castigos. Educando para el tercer milenio" :

    Son muchos años con una educación basada en el premio y castigo, apelando más a nuestro lado animal que al humano. El resultado está a la vista. Cambiarlo depende de todos, de las pequeñas aportaciones de cada uno, como madre o padre, como educador o como responsable educativo. Si reconocemos a nuestros hijos como seres multidimensionales, podremos contribuir a su formación como seres integrales, con posibilidad de mantenerse felices. Si reconocemos sus emociones podemos abrazarlos, si reconocemos sus mentes podemos dialogar y si reconocemos sus dones podemos guiarlos.  

    Ellos saben a dónde van, no los equivoquemos con nuestras creencias y obsesiones. Esperan de nosotros que les acompañemos, escuchemos y amemos incondicionalmente. Los niños sólo nos piden que preservemos su identidad natural, su ser más esencial, que les demos las herramientas para que esa individualidad pueda contribuir al bien social y que caminemos junto a ellos mirándoles con amor. 

    Como dice Juan, sólo esperan de nosotros comprensión, diálogo, entendimiento, y la mayoría de las veces se encuentran con todo lo contrario, con un "yo" inflexible por encima de todo, creadores del bien y del mal, porque somos más viejos, porque somos más sabios. Eso era antes, ahora ni los viejos son tan sabios, ni los sabios tan viejos. Es una cuestión de actitud, si queremos que nuestros hijos o alumnos nos respeten, respetemos su individualidad, respetemos su realidad de niños y/o adolescentes, sepamos entenderles, porque también nosotros hemos sido niños. No pretendamos que sean lo que no son, no pretendamos que nuestros escolares estén 6 horas sentados en una silla sin decir ni mu, no pretendamos que no se revelen contra aquello que no les gusta, no pretendamos que se comporten como adultos (¡bueno, mejor que no!).

    Lo mejor, a mi entender, sería buscar el díálogo, el consenso, el acercamiento, todo lo que conlleva respeto, porque es así como mostraremos y educaremos valores positivos que es lo que nuestra escuela y nuestra sociedad demanda. No podemos combatir la violencia con violencia, generaremos más, y eso está demostrado. Si queremos ciudadanos y personas repetuosas hablemos desde el respeto.

    lunes, 6 de mayo de 2013

    Mi décimo tercer pensamiento: "Compartiendo Escuela Libre"

    Me parece interesante compartir esta información que ha llegado a mis manos relacionada con ofrecer una educación diferente, una educación más respetuosa hacia los niños y con el juego como eje primordial para favorecer el aprendizaje.
     
    CANDIL , ESPACIO EDUCATIVO LIBRE EN BADAJOZ

    En la actualidad y dado el caos en las leyes de educación, están apareciendo cada vez más otro tipo de espacios que tratan de acompañar a las futuras generaciones para un mundo más humano.

    Candil es una Asociación sin ánimo de lucro de acompañamiento a la crianza y
    el juego como aprendizaje. La luz de nuestro candil no muestra una escuela infantil al uso, pero probablemente sí es la que todas las criaturas preferirían si les escucháramos. Creemos en una educación respetuosa con los procesos vitales del desarrollo, donde se les permita desarrollarse a su propio ritmo. La Infancia cuenta con un instinto natural aprender jugando, por disfrutar de la vida y ser felices, ¡no ahoguemos ese instinto!

    Contamos con la libre participación de las familias, desde el asamblearismo, el
    compromiso colectivo. Donde los verdaderos protagonistas son los niños y las niñas.

    NUESTRA PROPUESTA

    Deseamos ofrecer a los niños y niñas en la primera Infancia (hasta 6 años) un lugar en el que satisfacer su necesidad de juego espontáneo, desarrollo y aprendizaje,cuidando con cariño su alma infantil. Una alternativa a la escuela tradicional.
    Crecer en un espacio libre con las familias y personas interesadas en reflexionar y compartir nuevos parámetros educativos y de crianza natural.Cultivamos amor y respeto por la Naturaleza y sus recursos.

    METODOLOGÍA

    La esencia de nuestro Proyecto Pedagógico es sencilla: comunicación afectuosa, el juego y la autorregulación. No se hacen fichas ni filas. No hay nipremios ni castigos. Las criaturas eligen las actividades y tienen a su disposición todos los regalos de la Naturaleza, así como materiales lúdicos-educativos sin luces ni sonidos artificiales. La música, la expresión artística y corporal espontánea tendrán su sitio. Los/as acompañantes (figura que conocemos como maestro/a) los cuidan,protegiendo pero no juzgando, transmitiendo con amor y respeto los límites (pocos pero claros) que van a permitir una convivencia armoniosa y relajada. Estar al aire libre forma parte fundamental del día a día en un espacio cuidado y natural.

    ¿JUGAMOS?

    El juego libre es la actividad más importante a la que nos podemos dedicar,(sobre todo hasta los 7 años), es el medio a través el cual el pequeño y pequeña despliega su inteligencia. Sin embargo, la cantidad de tiempo dedicado al juego en el mundo físico real (que no virtual) ha ido cayendo hasta alcanzar limites que los expertos consideran no saludables.

    El estilo de vida actual, las largas jornadas escolares y extraescolares, la sustitución del juego activo por el entretenimiento audiovisual, o unos programas escolares centrados en la adquisición precoz de conocimientos, son algunas de las causas de este fenómeno.

    Paralelamente, los signos que alertan del malestar infantil en la sociedadactual (dificultades de aprendizaje, conflictividad, TDAH...) y la progresiva medicalización denotan, como mínimo, una falta de consciencia del mundo adulto hacia la auténtica naturaleza infantil y sus necesidades fundamentales.

    Candil entiende que el JUEGO es el principal catalizador del DESARROLLO de la INFANCIA. Descubren, experimentan, aprenden, exploran, crean, adquieren, son felices y aprenden a autorregularse. Para que se dé la autorregulación es fundamental:

    Confiar en las niñas y niños.

    Entornos sin peligros, donde se pueda jugar en libertad sin que haya cosasmateriales más importantes que los propios niños o niñas. Soñamos seguir creciendo a nuestro ritmo.

    CONTACTO


    Sonia: 667910072
    escuelacandil@gmail.com

    Acompañemos sus necesidades, sus demandas, sus ideas y sus locuras... Conozcamos y confiemos en su sabiduría y permitamos que ellos/as no desconfíen de sí mismos/as.

    Cristina Romero

    Gracias por difundir esta información con aquellas personas que te rodean.

    Badajoz, abril 2013

    lunes, 1 de abril de 2013

    Mi duodécimo pensamiento: "La Lectura"

    La lectura es otro tema que me gustaría compartir con vosotros. Un tema controvertido, en el sentido de que nuestros a nuestros alumnos - no a todos - no les gusta mucho leer y por el contrario le interesan otras cosas como la televisión, el cine, os videojuegos, los móviles, ... Un gran lista de cosas antes que la lectura. 

    ¿Porqué a los niños no les atrae la lectura? Seguramente hablaríamos de muchos factores como por ejemplo el poco hábito lector en algunas familias, otros intereses por parte del niño, o por qué no decirlo, al mal enfoque en las escuelas a la hora de orientarnos en la gran aventura de leer.

    A continuación recojo unas palabras de José Mario Horcas Villarreal del Centro Educativo de Cádiz, publicadas en "Cuadernos de Educación y Desarrollo" en su artículo La Lectura en la Escuela:

    La escuela es la encargada de enseñar a leer con el objetivo de emplear la lectura para el aprendizaje. Además es el lugar donde se imparten los conocimientos. Por lo tanto, el niño relaciona la lectura escolar con la obligatoriedad. Es muy difícil que la obligatoriedad lleve a la adquisición del hábito de la lectura.
    Generalmente la obligatoriedad genera rechazo. En este momento la lectura se ha convertido en un fastidio para el niño y cualquier intento de revertir esta situación resultará vano. El niño no comprende para qué le servirá en el futuro saber leer. Le interesa hoy, leer algo interesante, algo que lo distraiga, que lo haga soñar, imaginar.
    Yo creo que José Mario ha dado en la llaga, la obligatoriedad a la hora de leer. Normalmente, en nuestros centros educativos, y dentro de algunas materias como inglés y lengua, los alumnos tienen lo que se denominan "Lecturas Obligatorias". Es decir, nosotros los docentes decidimos lo que tienen que leer por encima de sus intereses y gustos. Está bien que acompañemos al alumno en su caminar por el mundo de las letras, que le despertemos ese gusanillo o amor por la lectura, que le ofrezcamos nuestra visión de lo que leemos, de que compartamos con ellos nuestros gustos y decepciones en la lectura de algunos libros. Pero en ningún caso deberíamos imponer a los demás aquello que está fuera sus gustos, de sus inquietudes, en este momento estaremos "matando" la afición a la lectura, el puente directo al conocimiento, el vuelo directo a nuestros sueños, a lo que jamás imaginarán de otra forma.

    Y para rematar la faena, tenemos "los famosos exámenes de los libros obligatorios de lectura". ¿Es que leemos en la vida real para luego ser preguntados al respecto? ¿No sería mejor crear en las aulas talleres para hablar sobre las lecturas que los alumnos han leído? ¿Un rato para el diálogo, un rato para la oratoria, un rato para compartir? Esto sí se acerca a nuestra realidad, nadie nos hace un examen sobre lo que leemos, normalmente compartimos y disfrutamos con ello. ¿Porqué no trasladar esto a nuestras aulas?, aunque seguramente en muchas ya se hace. Siempre con la manía de cuantificar lo que hacemos, quizá no sea todo culpa nuestra, los docentes, sino de un sistema que nos gobierna y no nos deja caminar por el lado del amor al conocimiento.

    La mayoría de las veces nos equivocamos. El año pasado me encontré con una mamá que me dijo que a su hijo no le gustaba leer, pero que el curso anterior (primaria), le encantaba, leía y leía sin parar, sin obligaciones, sin restricciones, respetando sus intereses y su mundo. ¡Ay! esto se acabó el curso siguiente, les obligaban a leer ciertas lecturas, a veces muchas para sus edad, y el pequeño había dejado de amar la lectura, había dejado de querer a su fiel amigo que tantas "batallitas" e ingenios compartieron. La lectura había dejado de tener esa magia que embriagaba al niño y ... la escuela había dejado de tener ese no sé qué que la hacía especial y al que todos los días iba con alegría.

    Nosotros los adultos leemos lo que nos interesa, o lo que alguien nos recomienda, pero nadie nos impone lo que tenemos que leer. La lectura debería ser así, libre, que podamos elegir lo que queremos leer. Por nuestra parte, por parte de los docentes, deberíamos ofrecer, pero nunca imponer a nuestros alumnos lo que podrían leer, siempre respetando sus intereses para acercarlos al maravilloso mundo mágico de la lectura, el maravillosos mundo del saber.

    Mi undécimo pensamiento: "Palabra de maestro III"


    Nuevamente, ¡al ataque! No sé si os lo he dicho anteriormente, pero tenéis que leer el libro de Carlos (cualquiera diría que me llevo comisión, pero como podéis ver, no, os lo podéis descargar de internet a coste 0), es un maravilloso encuentro con el maestro que todos queremos y que normalmente permanece entre bastidores en otra de esas funciones, importantes, pero que normalmente no destacamos.

    Atención a lo que dice en otro de esos momentos geniales y transparentes del libro:

    La sociedad no está por mejorar el sistema educativo, y la clase política es un reflejo de ésta. Para cambiar la situación haría falta transformar la enseñanza, pero esto no se puede hacer sin la fuerza social necesaria, y entramos en un círculo vicioso. Esto es algo que sufro todos los días en mi trabajo docente; querría encontrar una salida, pero, sinceramente, no la percibo. (p. 8)
    A veces yo también lo pienso, ¿lo habéis pensado alguna vez vosotros? No sé cuántas leyes educativas hemos tenido en los últimos años, la LOGSE, La LOCE, la LOE, ahora la LOMCE ... ¿cuántas más tendrán que venir para darnos cuenta que la educación no trata de que unos señores teóricos y partidistas se sienten y nos digan lo que docentes y discentes tienen que saber y aprender para ser buenos ciudadanos? Yo creo que esto tiene que cambiar y darnos cuenta de que la educación es universal, que el conocimiento es universal y que el aprendizaje depende del amor que mostremos por aquello que nos interesa y nos da sentido a nuestra vida.

    Queremos que los alumnos aprendan esto y no aquello, que dediquen más horas a la lengua y a las matemáticas para paliar el fracaso escolar (¡en torno al 30 % y España a la cabeza de Europa!) y defenestremos o releguemos a un segundo plano otras disciplinas como la música, el educación física (no soy profesor de ninguna de estas disciplinas) y otras maneras de educar en la que tendrían cabida otros tipos de conocimientos.

    Sin ir más lejos, hace unos días hice una consulta entre alumnos de uno de mis grupos y les invitaba a diseñar un nuevo currículo en su caminar por la escuela. Salió así, sin premeditarlo, en una clase de inglés, que es lo que imparto. Y ellos, alumnos de entre 13 - 15 años demandaban disciplinas o materias como la política, la economía, la psicología, las lenguas, ... ; ellos querían tener conocimientos en disciplinas cercanas a la vida diaria para así entenderlas mejor y por qué no, mejorarlas en un futuro próximo si se cruzaban en sus caminos. Hablaban de una preparación diferente a la que les acercamos, a la que pretendemos que hagan suyas, pero que está fuera de toda realidad en la mayoría de los casos.

    Como dice Carlos y como apuntan mis alumnos, para cambiar la situación en la escuela, hay que hacer un gran cambio en nuestras aulas y en la que todos familias, docentes y alumnado tengamos voz y voto. Aunque esto sería otra historia, una historia que algunos se empeñan en que sea tildada de "utopía", de rareza donde las haya, de algo sin sentido, bueno, sin el sentido que otros tienen. Estemos o no en democracia, las cosas se siguen imponiendo de una manera u otra. La enseñanza no va de esto, la enseñanza debe ser libre y abierta a cada individuo, al que siempre queremos etiquetar y hablar en su nombre.